Sos de los hoteleros a Colau ante la severa caída de la ocupación y las malas perspectivas

Sos de los hoteleros a Colau ante la severa caída de la ocupación y las malas perspectivas

[25/01/2018]

Hace un par de meses la petición de socorro cayó en saco roto, pero con los resultados del 2017 cerrados y sombrías perspectivas en los próximos meses, Jordi Clos, presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona ha exigido de forma aún más contundente que el ayuntamiento de Ada Colau mueva ficha para relanzar la imagen de Barcelona. Sus demandas llegan después de caídas de facturación del 15% al 25% en los últimos tres meses del 2017, que no impidieron que Barcelona cerrase el año con récord de facturación hotelera (que no de ocupación) dados los excelentes resultados que se habían obtenido hasta el verano, ha precisado.

El gremio está especialmente preocupado porque el sector de las convenciones y grupos todavía elude Barcelona entre las candidatas a acoger acciones de este tipo. "Prefieren otras ciudades donde no vean problemas", apunta. Y se refiere al acumulado de mensajes negativos que ha proyectado la ciudad, con especial énfasis en los brotes de turismofobia, la violencia del 1-O y la posterior agitación en las calles de la ciudad. El atentado, en cambio, apenas tuvo repercusión vistos los buenos resultados de agosto y septiembre, ya que la ciudad tuvo una "buena reacción" a la tragedia y los viajeros saben que el terrorismo tiene en el punto de mira cualquier ciudad europea. La caída del último cuatrimestre fue del 8%, amortiguada por septiembre.

Clos ha reiterado que muchas reuniones y convenciones no se pudieron anular porque ya estaban confirmadas y pagadas, pero que la entrada de nuevas reservas está viéndose ahora muy afectada. Este enero está siguiendo la dinámica del 2017, ya que es uno de los meses más bajos del año (en torno al 40% de ocupación), pero febrero está por debajo en cuanto a demanda (a excepción del congreso de telefonía móvil), mientras que en marzo y abril las reservas ya cerradas son aún más flojas.

El sector teme que el 2018 no levante el vuelo si no hay un apoyo claro por parte de las Administraciones. Reclama a Colau un esfuerzo económico importante, sea a través de lo recaudado con la tasa turística, o por otra vía. Una medida que el consistorio ya descartó en noviembre, cuando dijo que prefería dirigirse uno por uno a los grandes operadores y transmitirles "tranquilidad y normalidad". El gremio está haciendo lo mismo con una campaña propia, invitando a prescriptores y difundiendo la idea de vuelta a la calma.

No obstante, Clos cree que Barcelona necesita una promoción urgente, y recuerda el caso de Madrid, que hace tres años tenía malos resultados y tras la acción conjunta de su Comunidad, el sector ferial y hotelero, "ahora va como un cohete". Muchos operadores de convenciones y viajes de grupo están eligiendo a Madrid, Sevilla o Bilbao, por ejemplo, en lugar de Barcelona si tienen que organizar algo en España, ha precisado Clos, que tuvo oportunidad de sondear a muchos de ellos en Fitur la semana pasada.

El tirón de Barcelona hasta el verano pasado, cuando registró una ocupación media del 86% (seis puntos más que en el 2016) y 15 euros más en sus habitaciones, ha hecho de colchón para encajar la caída de ocupación del 15% en octubre y noviembre, y del 25% en diciembre (un mes tradicionalmente muy flojo). De ese modo, Barcelona acabó el 2017 con una ocupación media del 80% (como el año anterior), un crecimiento anual de facturación del 6% y un precio medio de 138 euros (siete más que el 2016). Unos precios muy distintos a los actuales, cuando es fácil encontrar cuatro estrellas a 60 euros y hoteles de lujo a 140, ha destacado.

Los más afectados han sido los hoteles de lujo, como avanzó este diario, donde la facturación ha caído en torno al 35%. Quienes menos han sufrido son las categorías de dos y tres estrellas, que trabajan con turismo de menor poder adquisitivo. El líder de la patronal ha señalado que fue especialmente significativo el puente de la Constitución, con ocupaciones sobre el 42%, en lugar del 70%-75% habitual.

El panorama de primavera, que normalmente eleva la ocupación hasta el 80%, es lo que más preocupa al sector si no se invierte la "percepción" que buena parte del turismo vacacional y, sobre todo, el de negocios, tienen ahora sobre la capital catalana.

En este sentido, Clos ha hecho un llamamiento a organizar un congreso mundial de telefonía móvil -a finales de febrero- "redondo" para tratar de revertir los problemas de "imagen" y los "mensajes negativos", como la idea difundida esta semana por la CNN de que Barcelona es una ciudad a evitar por la masificación turística y el supuesto rechazo de la ciudad a los visitantes. Está confiado en que Colau, como ya expresó esta semana, eche toda la carne al asador.

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