Cataluña agudiza la caída turística y la crisis política alcanza a la industria

Cataluña agudiza la caída turística y la crisis política alcanza a la industria

[24/01/2018]

La situación política que vive Cataluña desde otoño tiene un impacto creciente en el sector turístico, con una caída de las pernoctaciones hoteleras en la comunidad del 10,7% en diciembre respecto al mismo mes de 2016. Un retroceso de tal magnitud no se producía desde abril de 2013, y en aquella ocasión estaba relacionado con el efecto calendario de la Semana Santa. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) difundidos este martes, el impacto en las pernoctaciones de turistas extranjeros llegó al 14,5% en el último mes del año, y la reducción nacional se situó en el 4,8%. La evolución interanual de las pernoctaciones hoteleras en Cataluña está en caída ascendente desde octubre.

Respecto al sector de cruceros, las consecuencias de la inestabilidad política en octubre ya se pueden comenzar a calcular. De acuerdo con el Estudio del Impacto Económico de la Actividad crucerista en Barcelona, elaborado por la Universidad de Barcelona para la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (Clia), en 2016 cada embarcación que hizo escala en Barcelona generó un impacto económico para la ciudad de 1 millón de euros. Con esa referencia, y considerando un efecto estable, los tres cruceros que optaron por evitar la escala en Barcelona en octubre podrían haber restado 3 millones de euros a la ciudad.

Asimismo, teniendo en cuenta que cada crucerista que atraca en Barcelona genera un impacto directo positivo para la ciudad de 296 euros, la pérdida de cerca de 30.000 cruceristas el pasado octubre habría restado más de 8 millones de euros a la Ciudad Condal. Indirectamente, además, el consumo de estos visitantes, que según explica Clia supera al de otros turistas -representa un 20% del total aunque solo equivalen a un 8% del turismo en Barcelona- también se podría haber visto afectado por una mayor permanencia de los turistas en los buques (en 2016 quienes no desembarcaron solo fueron un 4%), que no realizan ningún gasto cuando llegan a Barcelona.

Alfredo Serrano, director de Clia en España, no valoró el impacto en el sector de la especial situación política que vive Cataluña, pero sí pidió "estabilidad" para la industria y reclamó el mismo trato impositivo para todos los medios de transporte. Serrano recordó que desde el año pasado a los cruceros que atracan menos de 12 horas en Barcelona se les carga una tasa que no se aplica a los visitantes que llegan por otro medio de transporte. También insistió en el fuerte crecimiento de la aportación total económica por crucerista a Barcelona entre 2014 y 2016, que cifró en un 20%, hasta los 518 euros.

También el martes, la patronal catalana Pimec presentó una encuesta sobre la pyme industrial en la región que constata que la crisis política también está afectando al sector secundario. Los resultados arrojan un impacto negativo en las ventas de 2017 para el 18,4% de dichas empresas. Un 10% lo cifra en el 3% o más de reducción de la facturación, y el 8,4% reconoce una afectación inferior al 3%. Estos datos son significativos si se tiene en cuenta que solo el 24% de las ventas de las pymes encuestadas se dirige al resto de España, mientras que el 48% corresponde a Cataluña y el 28%, al extranjero. El presidente de Pimec, Josep González, quiso destacar los datos globales de 2017 como positivos, con crecimiento interanual en ventas y exportaciones, pero insistió en la necesidad urgente de que se forme un gobierno.

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